El capitán D. Bartolomé Cánovas (Cartagena, 1955) siempre sintió mucha curiosidad por la historia de la fragata Santa María Magdalena, a la que una tempestad hundió frente a las costas de Viverio en noviembre de 1810, pero ese interés se convirtió en fascinación hace cinco años, cuando asumió la dirección del Museo Naval de Ferrol.
Debido a la inexistencia de una obra dedicada de forma monográfica a la historia de la Magdalena, el director del Museo de Naval optó por escribirla él mismo. Y el resultado de ese esfuerzo se podrá comprobar este mismo jueves en el antiguo penal de San Campio, donde D. Cánovas presentará su libro Fragata Magdalena: gentes de mar y de guerra.
La Magdalena formaba parte de la flota hispano-inglesa que se formó a principios del siglo XIX para luchar contra las tropas napoleónicas. El objetivo era conquistar Santoña (Cantabria), pero una vez allí, los verdaderos enemigos no fueron los franceses, sino un terrible temporal que llevó a la fragata a buscar refugio en las costas de Viveiro, adonde ya llegó maltrecha y finalmente se hundió junto al bergantín Palomo.
Pero el libro de D. Cánovas también se detiene en las costumbres marítimas de la época, el espíritu solidario que despertó el naufragio entre las gentes de Viveiro o la forma de vida de los tripulantes de la Magdalena.