El Stalwart, segundo buque de aprovisionamiento en combate construido por Navantia Ferrol para la Armada de Australia navega rumbo a su futura base, en Perth. El presidente de la compañía pública, Ricardo Domínguez, y la embajadora de Australia en España, Sophia McIntyr, participaron en el acto de despedida del barco en el astillero.
La diplomática afirmó que la partida supone el cierre a más de una década de construcción de buques por parte de la empresa española para su Armada, y afirmó que el 60 % de la flota llevan el sello de Navantia. «El papel de Navantia en la construcción de cuatro clases de buques para Australia ha constituido un pilar importante en el desarrollo y la evolución de nuestros vínculos políticos, económicos, militares y culturales», aseguró, al mismo tiempo que recordó que a partir de ahora la relación continuará a través del mantenimiento de los navíos.
Ricardo Domínguez subrayó «el éxito de la colaboración» con Australia y puso en valor el esfuerzo realizado por los trabajadores para la consecución de los buques. Aunque subrayó el importante papel que jugarán las fragatas F-110 como palanca de transformación del astillero. También hizo alusión a este desafío el director del astillero, Eduardo Dobarro, quien subrayó que con el buque «queda patente el conocimiento, el saber hacer y el esfuerzo realizado por los trabajadores y trabajadoras, tanto de Navantia como de su industria colaboradora, especialmente en una situación tan delicada, provocada por la pandemia».
Los buques de aprovisionamiento en combate construidos en Navantia Ferrol para la Armada de Australia serán, según aseguró la embajadora de Australia, Sophia McIntyr, «la columna vertebral» que sustente las capacidades navales de su país «durante las próximas dos o tres décadas». Además, subrayó que, «el final de la construcción de estos buques no es el final de nuestra relación», por cuanto Navantia cuenta con el contrato de mantenimiento de los barcos durante los cinco años siguientes a su entrada en servicio.